Lamento borincano (Gouelvan borinkan) zo ur ganaouenn savet gant ar sonaozour puertorikan Rafael Hernández Marín en 1929. Kontañ a ra paourentez kouerien enez Puerto Rico, anvet amañ Borinquen hervez hec'h anv karib kozh. Brudet eo ar ganaouenn e Suamerika a-bezh ha kanet eo bet gant tud e-leizh.

Komzoù

kemmañ
Sale
loco de contento con su cargamento
para la ciudad, para la ciudad.
Lleva
en su pensamiento todo un mundo lleno
de felicidad, Ay, de felicidad.
Piensa remediar su situación
del hogar que es toda su ilusión. Sí.
Y alegre,
el jibarito va, pensando así
diciendo así, cantando así por el camino:
"Si yo vendo la carga, mi Dios querido,
un traje a mi viejita voy a comprar."
Y alegre
también su yegua va
al presentir que aquel cantar
es todo un himno de alegría.
Y en eso le sorprende la luz de día .
Y llegan al mercado de la ciudad.
Pasa
la mañana entera sin que nadie quiera
su carga comprar, ay, su carga comprar.
Todo,
todo esta desierto, y el pueblo esta lleno
de necesidad, ay, de necesidad.
Se oye este lamento por doquier
de mi desdichada Borinquen. Sí.
Y triste,
el jibarito va pensando así,
diciendo así, llorando así por el camino:
"¿Qué será de Borinquen mi dios querido?
¿Qué será de mis hijos y de mi hogar?"
Oh Borinquen!
La tierra del Edén,
la que al cantar, el gran Gautier[1]
llamo la perla de los mares.
Ahora que tu te mueres con tus pesares,
déjame que te cante yo también.
Diskan
Oh Borinquen! La tierra del Edén
la que al cantar, el gran Gautier
llamo la perla de los mares
ahora que tú te mueres con tus pesares
déjame que te cante yo también.

Kanerien

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Notennoù

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